

Una organización saludable, debe garantizar la confidencialidad y que el acceso a su información sensible, sea únicamente a colaboradores que cuenten con su autorización.

Una organización sólida protege la integridad de la información que genera y procesa, manteniendo su exactitud, impidiendo que sea manipulada por externos no autorizados.

Una organización moderna, garantiza que el acceso a sus recursos e información este a disposición del personal autorizado, colaboradores y clientes, manteniendo la disponibilidad de sus servicios.